jueves, 10 de diciembre de 2015

El triángulo de las Bermudas.



El Triángulo de las Bermudas es una amplia zona del océano entre Florida, Puerto Rico y las islas Bermudas. Durante los últimos siglos se ha dicho que decenas de barcos y aviones han desaparecido allí en circunstancias misteriosas, ganándose el apodo de "El triángulo del diablo".
La mala reputación del Triángulo de las Bermudas comenzó con Cristóbal Colón. Según sus anotaciones, el 8 de Octubre de 1492 Colón echó un vistazo a su brújula y se dio cuenta que esta mostraba lecturas extrañas. Al principio no alertó a su tripulación: tener una brújula que no indicaba bien el norte magnético podría haber hecho que cundiera el pánico entre una tripulación que ya se encontraba al límite. Esta y otras supuestas incidencias dieron lugar al mito de que las brújulas siempre se estropean en el Triangulo de las Bermudas, algo que es incorrecto, o al menos una exageración. 

La leyenda moderna sobre el Triángulo de las Bermudas no comenzó hasta los años 50, sobre todo con un artículo escrito por Edward Van Winkle Jones y publicado en Associated Press. Jones informó sobre varias desapariciones de barcos  en el Triángulo de las Bermudas, incluyendo cinco navíos de ataque de la marina de EE.UU. que desaparecieron el 5 de Diciembre de 1945, además de los aviones comerciales "Star Tiger" y "Star Ariel", que se esfumaron el 30 de Enero de 1948 y el 17 de Enero de 1949, respectivamente. En total, 135 personas desaparecieron en esa zona. En palabras de Jones, "fueron engullidos sin dejar rastro". Fue un libro en 1955, The Case for the UFO, ecrito por M. K. Jessup, el que empezó a señalar a posibles extraterrestres en esta zona. No se habían encontrado restos de los barcos, aviones ni cuerpos. En 1964, Vincent H. Gaddis, quien acuñó el término "Triángulo de las Bermudas", escribió otro artículo asegurando que más de 1.000 vidas se habían perdido en la zona. También dijo que estaba de acuerdo en que había sido "un conjunto de extraños eventos". La obsesión por el Triángulo alcanzó su punto álgido a comienzos de los 70, con la publicación de varios 

En 1970 la Guardia Costera estadounidense, al tratar de explicar algunas desapariciones en el Triángulo, afirmó: "Primero, el "Triángulo del diablo" es uno de los dos lugares del mundo donde una brújula magnética señala el norte verdadero, en lugar del magnético. La diferencia entre ambos se conoce como "declinación magnética". La variación puede llegar hasta los 20 grados de diferencia a medida que un barco se desplaza. Si esta variación no se compensa, un navegante puede llegar a desviarse de la ruta y encontrarse en serios problemas.
No fue hasta 1975 cuando uno de los mayores críticos de estas teorías, Larry Kusche, publicó el libro The Bermuda Triangle Mystery: Solved, en el que explicó cómo otros autores habían exagerado sus cifras y no habían realizado ninguna investigación seria. Habían presentado algunas desapariciones como "misterios" cuando en realidad no eran misterios en absoluto, eso sin contar que algunos casos ni siquiera habían ocurrido dentro del Triángulo de las Bermudas. Tras investigar ampliamente el tema, Kusche concluyó que el número de desapariciones que habían tenido lugar en el Triángulo de las Bermudas no era en realidad mayor que el producido en otro punto del planeta con similar tráfico marítimo y aéreo. Además, demostró que otros escritores habían desinformado a la opinión pública al no explicar, por ejemplo, que se habían producido fuertes tormentas los días de las desapariciones e incluso haciendo parecer que las condiciones meteorológicas eran normales, solo con el objetivo de fabricar una historia sensacionalista. En resumen: los primeros autores sobre el Triángulo de las Bermudas no habían hecho su trabajo y, de forma intencionada o no, se inventaron casi todo.
Las explicaciones finales de la Guardia Costera estadounidense que desmienten las teorías del trángulo son :

La mayoría de las desapariciones seatribuyen a las características concretas de la zona: La  Corriente del Golfoes una corriente oceánica cálida que fluye desde el Golfo de México alrededor del Estrecho de Florida en dirección noreste hacia Europa, es extremadamente potente y turbulenta. Puede hacer desaparecer rápidamente cualquier resto de un desastre. Las impredecibles tormentas del Atlántico y el Caribe dan lugar a olas de gran tamaño y trombas marinas que suelen acabar en desastre para marineros y pilotos. La topografía del suelo oceánico varía entre extensas dunas y algunas de las gargantas submarinas más profundas del mundo. Con la interacción de las fuertes corrientes sobre los arrecifes, la topografía cambia constantemente y produce nuevos peligros imprevistos para las embarcaciones. No hay que subestimar el factor humano. Un gran número de barcos de recreo viajan entre la Costa de Oro de Florida y las Bahamas. Esos viajes se realizan muchas veces con embarcaciones demasiado pequeñas y tripulaciones inexpertas.



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