viernes, 18 de diciembre de 2015

El misterio de la isla de Pascua


Isla de Pascua es una isla de Chile ubicada en la Polinesia, en medio del océano Pacífico. Tiene una superficie de 163,6 km², lo que la convierte en la mayor de las islas del Chile insular, y una población de 5035 habitantes, concentrados principalmente en Hanga Roa, capital y único poblado existente en la isla. La tierra habitada más cercana es el territorio británico de las Islas Pitcairn.
La isla es uno de los principales destinos turísticos del país debido a su belleza natural y su misteriosa cultura ancestral de la etnia rapanui, cuyo más notable vestigio corresponde a enormes estatuas conocidas como los moáis. Para preservar dichas características, el gobierno administra a través de Conaf el Parque Nacional Rapa Nui, mientras que la Unesco declaró este parque como patrimonio de la humanidad en 1995.
Sin embargo, una reforma constitucional —la ley 20193, publicada el 30 de julio de 2007— estableció a la isla como un «territorio especial», de manera que su gobierno y administración serán regidos por un estatuto especial, contemplado en la ley orgánica constitucional respectiva, por dictarse.


Se cree que la tribu Rapa Nui llegó a Isla de Pascua en torno al siglo V d.C. Durante siglos, la etnia se dividió en numerosas jerarquías, especialmente los Orejas Largas, la clase de mayor poder, y los Orejas Cortas, ambas acechadas por una sobrepoblación que estalló en numerosas guerras tribales entre los siglo XVII y XVIII. Este período de conflictos coincidió con la llegada de un explorador holandés, Jack Roggeveen, el primer occidental que pisó la isla un 5 de abril de 1722, un Domingo de Pascua. Lo que este hombre encontró en la isla aún hoy sigue siendo un misterio.
887 estatuas se encuentran salpicadas por toda la isla, orientadas hacia el interior de la misma. La estatua más alta, Paro, alcanza los 10 metros. Otros 400 moais han sido encontrados en las laderas e interior del cráter del volcán Rano Raraku, por lo que la procedencia de estas figuras apunta a una elaboración mediante roca extraída de la toba volcánica y tallada con herramientas de contenido también volcánico similar al vidrio.
El enigma llega cuando los expertos comenzaron a preguntarse cómo los Rapa Nui eran capaces de transportar rocas de 75 toneladas hasta los diferentes lugares de la isla. En un principio se estimó la posibilidad de la fuerza humana como único modo de mover las estatuas. Poco después los especialistas, que además encontraron máquinas propicias enterradas en la isla, creyeron que los lugareños habían empleado cuerdas y trineos de madera. La última y más posible hipótesis demuestra que los Rapa Nui pudieron, simplemente, hacer uso de las cuerdas y ciertos movimientos coreografiados para hacer "andar a las estatuas".
Muchos de los moais de Isla de Pascua se encuentran situados sobre plataformas llamadas ahu, construidas con miles de piedrecitas volcánicas, mientras que algunos, aquellos de construcción más avanzada, también lucen extraños "sombreros" llamados pukao. El objetivo de los moais apunta a motivos ceremoniosos y de homenaje a los ancestros, siendo también considerados como material de ciencia ficción para muchos filósofos que aseguran que las estatuas son obra de los extraterrestres. La construcción de los moais de Isla de Pascua es, aún en pleno siglo XXI, uno de los grandes misterios de la humanidad. Las teorías cada vez parecen acercarse más a la verdad que aún sólo conocen los Rapa Nui que hicieron suya esta isla perdida y nos legaron unos visitantes que, ante todo, nunca dejan de mirar al cielo. 

domingo, 13 de diciembre de 2015

El área 51.

El Área 51, también conocida como Groom Lake o Homey Airport es un destacamento remoto de la Base de la Fuerza Aérea de Edwards. Las instalaciones se encuentran ubicadas en una región sureña de Nevada, y a unos 133 km al noroeste de la ciudad de Las Vegas. Situada en el centro, a lo largo de las tierras baldías de Groom Lake, es un vasto aeródromo militar.
El  administrador  de  la NASA, Charles Bolden, ha confirmado en un conocido programa de televisión anglosajón que el «Área 51» (un presunto centro de investigación en el que, según la leyenda, los Estados Unidos estudian a extraterrestres
que habrían llegado hasta la Tierra), existe. No obstante, ha recalcado que únicamente es un centro de investigación y desarrollo y no alberga en su interior ningún tipo de vida o tecnología alienígena.
El miembro de la agencia espacial norteamericana lo ha señalado de esta forma en el programa de televisión «Hotseat», en el que varios niños le han hecho llegar sus preguntas e inquietudes sobre la NASA y la exploración espacial. «Hay un área 51. Pero no se dedica a lo que mucha gente piensa. He ido a un lugar que s
e llama así, pero es un lugar normal de investigación y desarrollo. Nunca vi en él extraterrestres ni naves espaciales. Creo que la leyenda se ha generado debido a que en su interior se desarrolla investigación aeronáutica y hay bastante secretismo sobre ella», ha determinado Bolden.
A pesar de que es probable que la respuesta no deje satisfechos a los amantes de la conspiración, Bolden ha querido recalcar además que –a día de hoy- los mitos que existen sobre este centro de investigación ubicado en Nevada son absolutamente falsos. Con todo, sí ha señalado que cree en la existencia de vida extraterrestre. «Algún día encontraremos otras formas de vida, si no es en nuestro sistema solar, en otros sistemas solares o en los miles de millones de sistemas solares que hay en el universo», ha señalado el administrador.
En este sentido, ha indicado también que tenemos constancia de la existencia de millones de planetas, varios de los cuales podrían ser similares a la Tierra, por lo que  sería extraño que no hubiese vida en ellos. Para desvelar los misterios del espacio, Bolden ha afirmado también que la NASA está trabajando en todo tipo de proyectos tales como viajar a Marte: «La meta es tenernos allí a comienzos del 2030. No aterrizará nadie, probablemente tendrán que hacer una misión orbital como la primera vez que fuimos a la Luna. Tenemos que preparar la superficie del planeta para que pueda ser habitada por seres humanos».
Como cabía esperar, Bolden también fue preguntado por la controversia sobre la llegada del hombre a la Luna. Y es que, la leyenda dice que la misión espacial protagonizada por Neil Armstrong fue un montaje cinematográfico usado como propaganda contra los soviéticos. «Entiendo que la gente tenga dudas, pero yo no. Fuimos a la Luna y llegaremos a Marte algún día», finalizó.

jueves, 10 de diciembre de 2015

El triángulo de las Bermudas.



El Triángulo de las Bermudas es una amplia zona del océano entre Florida, Puerto Rico y las islas Bermudas. Durante los últimos siglos se ha dicho que decenas de barcos y aviones han desaparecido allí en circunstancias misteriosas, ganándose el apodo de "El triángulo del diablo".
La mala reputación del Triángulo de las Bermudas comenzó con Cristóbal Colón. Según sus anotaciones, el 8 de Octubre de 1492 Colón echó un vistazo a su brújula y se dio cuenta que esta mostraba lecturas extrañas. Al principio no alertó a su tripulación: tener una brújula que no indicaba bien el norte magnético podría haber hecho que cundiera el pánico entre una tripulación que ya se encontraba al límite. Esta y otras supuestas incidencias dieron lugar al mito de que las brújulas siempre se estropean en el Triangulo de las Bermudas, algo que es incorrecto, o al menos una exageración. 

La leyenda moderna sobre el Triángulo de las Bermudas no comenzó hasta los años 50, sobre todo con un artículo escrito por Edward Van Winkle Jones y publicado en Associated Press. Jones informó sobre varias desapariciones de barcos  en el Triángulo de las Bermudas, incluyendo cinco navíos de ataque de la marina de EE.UU. que desaparecieron el 5 de Diciembre de 1945, además de los aviones comerciales "Star Tiger" y "Star Ariel", que se esfumaron el 30 de Enero de 1948 y el 17 de Enero de 1949, respectivamente. En total, 135 personas desaparecieron en esa zona. En palabras de Jones, "fueron engullidos sin dejar rastro". Fue un libro en 1955, The Case for the UFO, ecrito por M. K. Jessup, el que empezó a señalar a posibles extraterrestres en esta zona. No se habían encontrado restos de los barcos, aviones ni cuerpos. En 1964, Vincent H. Gaddis, quien acuñó el término "Triángulo de las Bermudas", escribió otro artículo asegurando que más de 1.000 vidas se habían perdido en la zona. También dijo que estaba de acuerdo en que había sido "un conjunto de extraños eventos". La obsesión por el Triángulo alcanzó su punto álgido a comienzos de los 70, con la publicación de varios 

En 1970 la Guardia Costera estadounidense, al tratar de explicar algunas desapariciones en el Triángulo, afirmó: "Primero, el "Triángulo del diablo" es uno de los dos lugares del mundo donde una brújula magnética señala el norte verdadero, en lugar del magnético. La diferencia entre ambos se conoce como "declinación magnética". La variación puede llegar hasta los 20 grados de diferencia a medida que un barco se desplaza. Si esta variación no se compensa, un navegante puede llegar a desviarse de la ruta y encontrarse en serios problemas.
No fue hasta 1975 cuando uno de los mayores críticos de estas teorías, Larry Kusche, publicó el libro The Bermuda Triangle Mystery: Solved, en el que explicó cómo otros autores habían exagerado sus cifras y no habían realizado ninguna investigación seria. Habían presentado algunas desapariciones como "misterios" cuando en realidad no eran misterios en absoluto, eso sin contar que algunos casos ni siquiera habían ocurrido dentro del Triángulo de las Bermudas. Tras investigar ampliamente el tema, Kusche concluyó que el número de desapariciones que habían tenido lugar en el Triángulo de las Bermudas no era en realidad mayor que el producido en otro punto del planeta con similar tráfico marítimo y aéreo. Además, demostró que otros escritores habían desinformado a la opinión pública al no explicar, por ejemplo, que se habían producido fuertes tormentas los días de las desapariciones e incluso haciendo parecer que las condiciones meteorológicas eran normales, solo con el objetivo de fabricar una historia sensacionalista. En resumen: los primeros autores sobre el Triángulo de las Bermudas no habían hecho su trabajo y, de forma intencionada o no, se inventaron casi todo.
Las explicaciones finales de la Guardia Costera estadounidense que desmienten las teorías del trángulo son :

La mayoría de las desapariciones seatribuyen a las características concretas de la zona: La  Corriente del Golfoes una corriente oceánica cálida que fluye desde el Golfo de México alrededor del Estrecho de Florida en dirección noreste hacia Europa, es extremadamente potente y turbulenta. Puede hacer desaparecer rápidamente cualquier resto de un desastre. Las impredecibles tormentas del Atlántico y el Caribe dan lugar a olas de gran tamaño y trombas marinas que suelen acabar en desastre para marineros y pilotos. La topografía del suelo oceánico varía entre extensas dunas y algunas de las gargantas submarinas más profundas del mundo. Con la interacción de las fuertes corrientes sobre los arrecifes, la topografía cambia constantemente y produce nuevos peligros imprevistos para las embarcaciones. No hay que subestimar el factor humano. Un gran número de barcos de recreo viajan entre la Costa de Oro de Florida y las Bahamas. Esos viajes se realizan muchas veces con embarcaciones demasiado pequeñas y tripulaciones inexpertas.