El 20 de julio de 1969 Neil Armstrong con pie izquierdo daba un pequeño paso en la superficie polvorienta de la Luna. Más de medio millón de telespectadores observaban el inicio de la era espacial y el nacimiento de una nueva leyenda urbana. En la década de los sesenta el hombre presuntamente llegó a la Luna y marcó el camino para la era espacial que existe hoy en el siglo XXI. Sin embargo la misión se convirtió en un tema de escepticismo gracias a la tecnología de ese tiempo, implementos que, de acuerdo a sus antecedentes y análisis, no habrían podido cumplir la misión con un 100% de exactitud.
La
carrera espacial
Durante el
auge de la guerra fría los Estados Unidos y la ex Unión Soviética competían en
muchos campos, ya sea el espionaje, las armas de destrucción masiva e incluso
por llegar a la última frontera, el espacio exterior. El ganador de esta
“carrera” se inmortalizaría en la historia tras demostrar su poderío y llegar
primero a la Luna para cumplir los objetivos de la misión espacial.
En primeras
instancias la U.R.S.S. había ganado ventaja cuando pusieron en órbita el
satélite artificial Sputnik, el 04 de octubre de 1957, similar a una esfera de
aluminio que medía poco más de medio metro de diámetro y pesaba 83 Kg. Este
satélite contenía dos medidores de temperatura y uno de electrones, sin embargo
cumplió su misión: viajar al espacio, orbitar la tierra y herir el orgullo
estadounidense.
Como
respuesta al avance de la ex Unión Soviética, los norteamericanos lanzaron el
Vanguard I, el cual fue un total fracaso filmado, debido a que el lanzador se
desbarató a pocos metros del suelo. Mientras tanto los rusos consiguieron
enviar el primer ser vivo al espacio exterior, la perrita Laika, quien también
se convirtió en la primera víctima en morir por falta de oxígeno.
El 12 de
abril de 1961 los rusos envían a Yuri Gagarin, el primer cosmonauta, quien
estuvo orbitando entre los 181 y 327 kilómetros de altitud por 108 minutos.
Después de cinco años más, los científicos de la ex Unión Soviética logran
aterrizar en la Luna con la Lunik 2, aparato que tras desplegar sus antenas
retransmitió las primeras imágenes de la superficie lunar.
Los
estadounidenses ya desmoralizados ante la inminente derrota frente a los rusos,
son motivados por el Presidente John F. Kennedy, quien a través de un
comunicado televisivo promete concentrar su esfuerzo y recursos para enviar al
primer hombre a la Luna. Esta revelación sirvió para desviar la atención de la
incomprendida guerra de Vietnam, la cual ya había cobrado más de 50,000
víctimas entre soldados y campesinos.
“Plan
B” y el alunizaje.
La propuesta
del Presidente se convirtió en la presión motivadora para desarrollar el plan
espacial a un ritmo exhaustivo. Sin embargo según algunas teorías también se
vieron obligados a formular un plan de respaldo, el cual se llevaría a cabo con
la ayuda de los estudios de Hollywood. El “Plan B” de la NASA consistía en
montar un escenario falso para simular un aterrizaje hipotético en la Luna. De
esta manera se evitaría un segundo bochorno público en caso de que el
lanzamiento original no sucediera. La tecnología de la época no era muy
avanzada para las misiones espaciales, en ocasiones los ordenadores de 64 kb de
memoria se “colgaban” y no tenían la suficiente memoria para ser eficaces, las
comunicaciones eran intermitentes y tampoco se tenían datos exactos del lugar
donde se iba a alunizar, la misión era prácticamente suicida.
Una
escalofriante anécdota histórica que revela la incompetencia tecnológica de la
NASA fue el caso del Apolo I. El 27 de mayo de 1967 los astronautas estaban
arreglando el modulo de mando de la nave cuando transmitieron un corto y
escalofriante mensaje: “Tenemos un incendio en la cabina”. A los pocos segundos
la temperatura se elevó a 1,400 grados debido a la gran concentración de
oxígeno puro. Los tres astronautas murieron quemados en sus asientos. Muchos
eruditos de la NASA sabían que era imposible preparar una misión de la magnitud
que el Presidente había propuesto en un lapso de dos años.
El
aterrizaje de Armstrong todavía es percibido como falso debido al poco tiempo
que los astronautas permanecieron en la Luna, el cual fue de 21 horas en la
superficie, mientras la misión lunar tenía una duración estimada de 3 días; el
“paseo” se redujo a solo 2 horas. Esta revelación supone varias inconsistencias,
como el tiempo que transcurrió desde el aterrizaje hasta el “paseo” por la
Luna, el cual se resumió a 7 horas. Los astronautas en sus comentarios decían
no estar seguros que la superficie lunar aguante el peso de ellos, ¿acaso no
era más pesado el módulo lunar con ellos dentro?
Muchas
especulaciones sugieren que se preparo un set de filmación en caso de que la
transmisión con Armstrong se viera interrumpida para no pasar una vergüenza
nuevamente. En la actualidad la NASA no desea aclarar las dudas respecto al
viaje del Apolo 11, por esto hay mucha sospecha si realmente se realizaron
estas misiones espaciales.
No sera ni el primer blog, ni el ultimo en hablar de los grandes misterios de la humanidad. Gran trabajo!
ResponderEliminarMe ha encantado mucho leerle algo que yo también pensaba desde hace tiempo. Es un misterio toda la información que los gobiernos nos pueden estar ocultando, te recomiendo hacer más entradas de este estilo.
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