El Triángulo de las Bermudas es una
amplia zona del océano entre Florida, Puerto Rico y las islas Bermudas.
Durante los últimos siglos se ha dicho que decenas de barcos y aviones han
desaparecido allí en circunstancias misteriosas, ganándose el apodo de "El
triángulo del diablo".
La mala reputación del Triángulo de
las Bermudas comenzó con Cristóbal Colón. Según sus anotaciones, el 8 de
Octubre de 1492 Colón echó un vistazo a su brújula y se dio cuenta que esta
mostraba lecturas extrañas. Al principio no alertó a su tripulación: tener una
brújula que no indicaba bien el norte magnético podría haber hecho que cundiera
el pánico entre una tripulación que ya se encontraba al límite. Esta y otras
supuestas incidencias dieron lugar al mito de que las brújulas siempre se
estropean en el Triangulo de las Bermudas, algo que es incorrecto, o al menos
una exageración.
La leyenda moderna sobre el Triángulo de las
Bermudas no comenzó hasta los años 50, sobre todo con un artículo escrito por
Edward Van Winkle Jones y publicado en Associated Press. Jones informó sobre
varias desapariciones de barcos en el Triángulo de las
Bermudas, incluyendo cinco navíos de ataque de la marina
de EE.UU. que desaparecieron el 5 de Diciembre de 1945, además de los
aviones comerciales "Star Tiger" y "Star Ariel",
que se esfumaron el 30 de Enero de 1948 y el 17 de Enero de 1949,
respectivamente. En total, 135 personas desaparecieron en esa zona. En palabras
de Jones, "fueron engullidos sin dejar rastro". Fue un libro
en 1955, The Case for the UFO, ecrito por M. K. Jessup, el que
empezó a señalar a posibles extraterrestres en esta zona. No se habían
encontrado restos de los barcos, aviones ni cuerpos. En 1964, Vincent H.
Gaddis, quien acuñó el término "Triángulo de las Bermudas",
escribió otro artículo asegurando que más de 1.000 vidas se habían perdido en
la zona. También dijo que estaba de acuerdo en que había sido "un
conjunto de extraños eventos". La obsesión por el Triángulo alcanzó su
punto álgido a comienzos de los 70, con la publicación de varios
En 1970 la Guardia Costera
estadounidense, al tratar de explicar algunas desapariciones en el
Triángulo, afirmó: "Primero, el "Triángulo
del diablo" es uno de los dos lugares del mundo donde una brújula
magnética señala el norte verdadero, en lugar del magnético. La diferencia
entre ambos se conoce como "declinación magnética". La
variación puede llegar hasta los 20 grados de diferencia a medida que un barco
se desplaza. Si esta variación no se compensa, un navegante puede llegar a
desviarse de la ruta y encontrarse en serios problemas.
No fue hasta 1975 cuando uno de los
mayores críticos de estas teorías, Larry Kusche, publicó el libro The
Bermuda Triangle Mystery: Solved, en el que explicó cómo otros autores
habían exagerado sus cifras y no habían realizado ninguna investigación seria.
Habían presentado algunas desapariciones como "misterios" cuando en
realidad no eran misterios en absoluto, eso sin contar que algunos casos ni
siquiera habían ocurrido dentro del Triángulo de las Bermudas. Tras investigar
ampliamente el tema, Kusche concluyó que el número de desapariciones que habían
tenido lugar en el Triángulo de las Bermudas no era en realidad mayor que el
producido en otro punto del planeta con similar tráfico marítimo y aéreo.
Además, demostró que otros escritores habían desinformado a la opinión pública
al no explicar, por ejemplo, que se habían producido fuertes tormentas los días
de las desapariciones e incluso haciendo parecer que las condiciones
meteorológicas eran normales, solo con el objetivo de fabricar una historia
sensacionalista. En resumen: los primeros autores sobre el Triángulo de las
Bermudas no habían hecho su trabajo y, de forma intencionada o no, se
inventaron casi todo.
Las explicaciones finales de la
Guardia Costera estadounidense que desmienten las teorías del trángulo
son :
La mayoría de las desapariciones seatribuyen a las características
concretas de la zona: La Corriente del Golfoes
una corriente oceánica cálida que fluye desde el Golfo de México alrededor del Estrecho de Florida en
dirección noreste hacia Europa, es extremadamente potente y turbulenta. Puede
hacer desaparecer rápidamente cualquier resto de un desastre. Las impredecibles
tormentas del Atlántico y el Caribe dan lugar a olas de gran tamaño y trombas
marinas que suelen acabar en desastre para marineros y pilotos. La topografía
del suelo oceánico varía entre extensas dunas y algunas de las gargantas
submarinas más profundas del mundo. Con la interacción de las fuertes
corrientes sobre los arrecifes, la topografía cambia constantemente y produce
nuevos peligros imprevistos para las embarcaciones. No hay que subestimar el
factor humano. Un gran número de barcos de recreo viajan entre la Costa de Oro
de Florida y las Bahamas. Esos viajes se realizan muchas veces con
embarcaciones demasiado pequeñas y tripulaciones inexpertas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario